“Inquietos por la misión, caminemos juntos”.

Querida comunidad agustiniana: el año pasado hemos iniciado un camino juntos, buscando la comunión entre todas las personas que conforman nuestras comunidades, como también la participación de todos nuestros grupos/movimientos en las diferentes actividades pastorales. La comunión y la participación que hemos vivido nos llevan a reflexionar. Nos invitan a preguntarnos hacia dónde estamos caminando como Vicariato y, a la vez, a replantearnos qué misión estamos impulsando y cuál queremos realizar como agustinos en Argentina. Pero, sobre todo, nos llaman a repensar, ¿qué huellas queremos dejar en el corazón de cada persona que se acerca a nuestra comunidad?

En su experiencia de fe, Agustín nos enseña que, para construir la Ciudad de Dios, debemos aprender a caminar juntos. Es cierto que caminando juntos el recorrido se hace más lento, pero, al mismo tiempo, se hace más fecundo, porque aprendemos a escucharnos y a reconocer a los demás, a ver la necesidad del otro, a compartir los sueños, a animarnos a vivir la fe y la esperanza, y a cargar con el peso de los demás. En pocas palabras, en el caminar juntos es donde vivimos la fecundidad del Amor.

Deseamos vivir aquella invitación que nos hizo el papa Francisco: “Queridos hermanos, estos son también hoy para ustedes el desafío y la responsabilidad: ¡vivir en sus comunidades de tal manera que puedan experimentar juntos a Dios y puedan mostrarlo vivo al mundo!”. Es así que asumimos la misión de reavivar la fraternidad en nuestras comunidades; es decir, la misión de vivir la acogida fraterna, estrechar los vínculos y el trabajo pastoral entre frailes y laicos, trabajar en la comprensión de que, en nuestras diversidades, el amor y el servicio a Dios nos unen. Es decir, nuestra tarea es fomentar la comunión entre los diferentes grupos/movimientos para que podamos construir puentes y no murallas, cooperando entre todos, formando “una sola alma y un solo corazón orientados hacia Dios”.

Es por eso que, en este año 2023, proponemos el lema pastoral: “Inquietos por la misión, caminemos juntos” 

Al igual que Agustín, nos sentimos inquietos. La realidad de nuestro Vicariato despierta el deseo de renovar nuestra escucha a lo que Jesús nos dice y nuestra mirada a la necesidad del otro para poder, así, vivir la interioridad y el servicio, siguiendo sus huellas en el anuncio del Evangelio.  

Inquietud implica movimiento, dinamicidad, crecimiento, crisis, búsqueda, intentos, creatividad, salir del “siempre se hizo así”, renovación, mirar con el corazón abierto; esto es,  recorrer el camino espiritual agustiniano, reconociendo nuestra realidad (conócete), aceptando nuestra situación actual (acéptate) y esforzándonos para superar nuestra fragilidad (supérate).

Por tanto, queremos proponer que continuemos reconociéndonos como hermanos que compartimos una misma espiritualidad; que promovamos espacios de encuentros entre todos aquellos que formamos parte de las comunidades, y que reflexionemos: ¿Hacia dónde estamos caminando? ¿Hacia dónde queremos caminar?¿Qué pasos daremos? 

Desde la Comisión de Pastoral del Vicariato queremos agradecer a todos nuestros hermanos religiosos y laicos por todos los esfuerzos y trabajos que realizan para llevar adelante la pastoral, en las diversas circunstancias de nuestra realidad argentina.

Que nuestra Madre del Buen Consejo interceda por cada una de nuestras comunidades y nos acompañe en este tiempo de misión.  

Comisión de Pastoral y Vocaciones